No le gustan
las rosas, prefiere las azucenas, o si es martes, los claveles. El viento le
mece el pelo, ya colonizado por las canas, mientras camina despacio con ellas
en la mano. La boquita bien cerrada, para que no se le escape el tarareo.
Llega
siempre al mismo lugar, da un beso prudente a las flores y con igual sutileza
las deja en el piso. Luego abre la cajita de cuadros y saca su juego de té, con
dos tazas, siempre dos tazas y siempre ella sola.
Se sienta en
la grama con toda la elegancia de la que es capaz, que es mucha, y sirve el té
en la primera taza.
-¿Dos de
azúcar? Pregunta, pero nadie responde. Sin embargo, los dos cubitos caen en el
té y sin protesta alguna se deshacen. Ella revuelve un poco con su cuchara
pequeña y deja la taza justo al lado de las flores.
-Hoy me
estaba acordando del día en que nos conocimos. Dice mientras revuelve el cubito
de azúcar que acaba de dejar caer en la segunda taza. Se detiene por un momento,
como intentado poner cada detalle en su lugar y luego, con ojos que parece que
sonrieran, le relata la historia al viento.
Cuando
termina toma un sorbo largo de su té y sonríe. -Como detestabas vos el
té, y mirate. Dice, a la otra taza, que sigue intacta. Piensa por un momento en
todas las cosas que cambian con los años, que son muchas. Y en todas las cosas
que cambian con el amor, que son más. Vienen a su mente recuerdos de poesías y
boleros, de risas genuinas, de atardeceres juntos que huelen a mar.
-¿Hace 10
años, podés creerlo? dice, pero esta vez la sonrisa ha escapado de sus labios y
de sus ojos. -Llevo diez años extrañándote a vos todos los días. Las palabras
resuenan en el profundo silencio de la tarde.
Raquel
siente rabia por un momento, pero es una rabia de impotencia más que de otra
cosa. Siente ganas de reprocharle, “vos me prometiste que no te ibas a morir,
que esto era para toda la vida" quiere decirle, pero no lo hace, no
tendría sentido y ella lo sabe. En cambio, bebe otro sorbo de té, el último, y
controla de a poquitos el ritmo de su respiración. Cuando vuelve a hablar su
voz suena como un soplido.
-El doctor
dice que todavía no es grave, pero que se me van a ir olvidando las cosas. Se
detiene un momento, porque quiere recordar los ojos de él siempre tan
añorantes, quiere recordar el sofá en el que se sentaban juntos cuando llegaba
la visita, el amor que le transmitía su mano siempre que la tenía cerca. Quiere
recordarlo todo, cada día, cada detalle, cada mirada, la cantidad exacta de las
palabras que compartieron juntos. Quiere recordar que no debe olvidarlo.
-Yo vine a
contarte, pero no pa' que te asustés, sino pa' que sepás. Guarda silencio por
un instante, mientras acerca un poco más la mano a la lápida, al lugar exacto
donde está escrito su nombre. -No tenés por qué asustarte, porque si algo sé yo
en la vida Lázaro, es que yo de vos no me olvido. El viento sigue soplando,
pero no se lleva las palabras.
Raquel
vuelve a tararear mientras vacía la tacita con los dos cubos de azúcar ya
diluidos en el té frío, la limpia con un pañuelo y la guarda junto con la
tetera y la otra taza en la cajita de cuadros. Se levanta despacio y se arregla
un poco la falda, da la vuelta y empieza a caminar. Al cabo de varios pasos se
detiene y devuelve la mirada, como quien olvida algo, pero más como quien no
quiere dejarlo ir. Una sonrisa melancólica se le dibuja en los labios, la
conserva por un segundo y luego, con un suspiro, vuelve la cabeza y empieza
nuevamente a tararear.
-Sara Betancur
Todos los derechos reservados
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Felicitaciones,
ResponderEliminarTus palabras transmiten sentimientos de una manera que muy pocos escritores pueden hacer aunque quisieran. Gracias por brindarnos ese don que tienes.
Espero algún día poder leer un libro tuyo.
Juan, te agradezco infinitamente esas palabras tan bonitas. Me alegra muchísimo que lo disfrutes porque finalmente esa es la idea de los dones, compartirlos. Yo también espero que algún día puedas leerlo.
EliminarSaludos
Gusta, ¡ y mucho! Te leeré constantemente. ¡No pares pues!
ResponderEliminarGracias, a mí me encanta que me leás. Por acá te espero siempre.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo maximo me alegro mucho de q al fin lo hiciste. Sabes q soy fan #1 de aca. Que orgullo!!
ResponderEliminarEsto va ser un exito felicitaciones 😉