lunes, 6 de junio de 2016

Inexplicable






A Mariana, gracias por 
confiarme tu pasión
 



            No tengo explicación y eso es lo más bonito. A veces me parece que pensamos que las explicaciones van a revelarnos algún secreto sobre la felicidad y su receta. Pero para mí, es todo lo contrario. Creo que son las cosas que no logramos expresar en palabras, que no nos caben en el molde de las ideas lógicas, las que realmente nos llenan. Son esas las que hacen parte de la receta, si es que existe alguna.
Sobre todo lo siento con el fútbol. Me pasa cuando me exigen explicaciones porque soy una mujer aficionada a un deporte que los hombres creen suyo, como si no entendieran lo tonto de pensar que la pasión conoce de géneros.
Entonces no se los explico, no se los explico cuando me lo preguntan, cuando me miran intentando esconder el asombro y me dicen “pero por qué te gusta”. Me limito a sonreírles y les respondo que no sé. A veces porque me gusta confundirles lo que creen que está establecido, revolcarles las ideas. Pero realmente es porque no necesito explicárselos, ni a ellos ni a nadie.
Porque finalmente no necesito más explicación que la energía que me recorre el cuerpo cuando estoy sentada con mi camiseta frente a la cancha. Porque me basta la sensación inexplicable que no me deja controlar los gritos y que me hace sentir conectada a algo que es cien veces más grande que yo.

 


 Sara Betancur Carvajal


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