jueves, 1 de enero de 2015

Chas, chas

"Lo que me llama la atención es su mirada. Siento cuando la veo que si el cansancio fuera mirada, sería la suya. Aunque son las 6:30 y el metro está a reventar, esa mujer sentada en el suelo parece inmensamente sola. Con sus manos va tocando una carrasca como quien habla otro idioma aprendido por necesidad. A su lado hay una niña que da vueltas sobre sí misma. Su hija, me imagino. De vez en cuando se detiene para mirar a los transeúntes que no le devuelven la mirada. Por miedo, pienso, porque no quieren verla. Asumen, ingenuos, que si la ignoran lo suficiente Medellín seguirá siendo eterna primavera. 
Chas, chas, suena la carrasca y la gente camina, ocupada en otras cosas; chas, chas, los carros pitan debajo del puente, afanados, siempre afanados; chas, chas, clin, suena una moneda de alguien que, sin mirar de a mucho, sintió que debía ayudar, que también era su problema. Chas, chas, no, no es la carrasca. Es el hambre, es la pobreza, es la ignorancia, es la realidad desgastando la esperanza."

-Sara Betancur 

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