jueves, 1 de enero de 2015

Yo de vos no me olvido

No le gustan las rosas, prefiere las azucenas, o si es martes, los claveles. El viento le mece el pelo, ya colonizado por las canas, mientras camina despacio con ellas en la mano. La boquita bien cerrada, para que no se le escape el tarareo. 
Llega siempre al mismo lugar, da un beso prudente a las flores y con igual sutileza las deja en el piso. Luego abre la cajita de cuadros y saca su juego de té, con dos tazas, siempre dos tazas y siempre ella sola. 
Se sienta en la grama con toda la elegancia de la que es capaz, que es mucha, y sirve el té en la primera taza.
-¿Dos de azúcar? Pregunta, pero nadie responde. Sin embargo, los dos cubitos caen en el té y sin protesta alguna se deshacen. Ella revuelve un poco con su cuchara pequeña y deja la taza justo al lado de las flores. 
-Hoy me estaba acordando del día en que nos conocimos. Dice mientras revuelve el cubito de azúcar que acaba de dejar caer en la segunda taza. Se detiene por un momento, como intentado poner cada detalle en su lugar y luego, con ojos que parece que sonrieran, le relata la historia al viento. 
Cuando termina toma un sorbo largo de su té y sonríe. -Como  detestabas vos el té, y mirate. Dice, a la otra taza, que sigue intacta. Piensa por un momento en todas las cosas que cambian con los años, que son muchas. Y en todas las cosas que cambian con el amor, que son más. Vienen a su mente recuerdos de poesías y boleros, de risas genuinas, de atardeceres juntos que huelen a mar. 
-¿Hace 10 años, podés creerlo? dice, pero esta vez la sonrisa ha escapado de sus labios y de sus ojos. -Llevo diez años extrañándote a vos todos los días. Las palabras resuenan en el profundo silencio de la tarde. 
Raquel siente rabia por un momento, pero es una rabia de impotencia más que de otra cosa. Siente ganas de reprocharle, “vos me prometiste que no te ibas a morir, que esto era para toda la vida" quiere decirle, pero no lo hace, no tendría sentido y ella lo sabe. En cambio, bebe otro sorbo de té, el último, y controla de a poquitos el ritmo de su respiración. Cuando vuelve a hablar su voz suena como un soplido. 
-El doctor dice que todavía no es grave, pero que se me van a ir olvidando las cosas. Se detiene un momento, porque quiere recordar los ojos de él siempre tan añorantes, quiere recordar el sofá en el que se sentaban juntos cuando llegaba la visita, el amor que le transmitía su mano siempre que la tenía cerca. Quiere recordarlo todo, cada día, cada detalle, cada mirada, la cantidad exacta de las palabras que compartieron juntos. Quiere recordar que no debe olvidarlo.
-Yo vine a contarte, pero no pa' que te asustés, sino pa' que sepás. Guarda silencio por un instante, mientras acerca un poco más la mano a la lápida, al lugar exacto donde está escrito su nombre. -No tenés por qué asustarte, porque si algo sé yo en la vida Lázaro, es que yo de vos no me olvido. El viento sigue soplando, pero no se lleva las palabras.
Raquel vuelve a tararear mientras vacía la tacita con los dos cubos de azúcar ya diluidos en el té frío, la limpia con un pañuelo y la guarda junto con la tetera y la otra taza en la cajita de cuadros. Se levanta despacio y se arregla un poco la falda, da la vuelta y empieza a caminar. Al cabo de varios pasos se detiene y devuelve la mirada, como quien olvida algo, pero más como quien no quiere dejarlo ir. Una sonrisa melancólica se le dibuja en los labios, la conserva por un segundo y luego, con un suspiro, vuelve la cabeza y empieza nuevamente a tararear. 


-Sara Betancur 

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6 comentarios:

  1. Felicitaciones,
    Tus palabras transmiten sentimientos de una manera que muy pocos escritores pueden hacer aunque quisieran. Gracias por brindarnos ese don que tienes.
    Espero algún día poder leer un libro tuyo.

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    1. Juan, te agradezco infinitamente esas palabras tan bonitas. Me alegra muchísimo que lo disfrutes porque finalmente esa es la idea de los dones, compartirlos. Yo también espero que algún día puedas leerlo.
      Saludos

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  2. Gusta, ¡ y mucho! Te leeré constantemente. ¡No pares pues!

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    1. Gracias, a mí me encanta que me leás. Por acá te espero siempre.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Lo maximo me alegro mucho de q al fin lo hiciste. Sabes q soy fan #1 de aca. Que orgullo!!

    Esto va ser un exito felicitaciones 😉

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